Lo peculiar es que la creación en este caso, en lugar de explotar y disparar, para ocupar o reprimir, lo que hace es COMUNICAR A LAS PERSONAS en su lenguaje, independiente en dónde las personas se encuentren, permitiendo PUBLICAR TRANSPARENTAR información; en este caso de Wikileaks, haciendo público lo confidencial, lo oculto.
Ese es el drama que estamos observando en vivo: el mayor prodigio de la tecnología militar (por que Internet se dasarrolló originalmente para la unión de redes de cómputo para el comando y control de la guerra) se transforma en un talón de Aquiles de quienes lo concibieron.
Cabe preguntarse: ¿Qué tantas cosas se tienen que ocultar? O como dice Manuel Castell, Quién teme a Wikileaks?
Ahora vendrá la persecución y el intento de controlar los "daños" y los medios que lo produjeron, pero el proceso es irreversible: por un Wikileaks cortado o bloqueado aparecerán 1000 nuevos; por una Assange encarcelado saldrán a la luz muchas personas dispuestas a publicar los secretos del poder. La inquisición en tiempos de Internet es casi imposible.
PD OJO que el otro lado de la medalla es: ¿Qué hacen quienes detentan el poder con todos los registros de todo lo que hacemos en los sistemas digitales? El Gran Hermano anda rondando.